La mirada forastera.

 


Cada vez que se visita un entorno nuevo, a cada ocasión que se tiene de escudriñar por entre lo que permanece acomodado en el seno de un contexto diferente, algo en nuestro interior se activa y nos hace estar más pendientes, más atentos al detalle de todo cuanto se observa.

Se hace inevitable establecer cierta comparativa entre lo ya conocido y lo recién descubierto. Y de ese choque; bien intencional, bien fortuito; surgen preguntas nunca antes formuladas, enfoques que se nos antojan novedosos y..., si se tiene una mente mínimamente abierta, una sugestiva' fuente de nuevas ideas de resultados totalmente imprevisibles.

En buena medida, el excepcional escenario que constituye nuestra ciudad supone un notable caldo de cultivo para toda esa suerte de ejercicios adaptativos. Así que, desde aquí, os conmino a pasearos libremente por entre los múltiples testimonios que en relación a la misma podreis encontrar plasmados en este mismo espacio por si esto pudiera serviros de inspiración.

Comentarios

Entradas populares