Enterezas.
Para tí, llega un momento en que, todo,
se revela como una consecución lógica;
colofón de una trayectoria autoimpuesta;
desenlace de un proceso introspectivo y bien meditado;
sin atajos, sin cinismos..., sin fisuras.
La propuesta en que te transformas
desarma sin remisión la indiferencia
en un gesto sublime de insurgencia voluptuosa
de insinuantes y certeros matices.
No existe resquicio alguno en el discurso
que, con sobrada desenvoltura,
dejas patente ante un sorprendido auditorio.
No hay cortapisas, ni cláusulas impropias,
ni tampoco más anclajes que aquellos que,
por voluntad propia, tú misma te has fijado.
Únicamente tú, como imagen fidedigna
de todo cuanto has sido, eres y aspiras a ser.
Sólo tú, desprendida de artificios,
irresistible, incorruptible y compleja.
Toda tú... entera.
Comentarios
Publicar un comentario