Entidades fronterizas.

Buena parte del orbe se encuentra inmerso en estos días en toda una concatenación de celebraciones que tienen en común ese nexo indefinido que se supone que existe entre el mundo de los vivos y lo que ha dado en llamarse el “más allá”. Alrededor de la festividad de todos los santos se ha ido desarrollando, con el paso del tiempo, todo un entramado de tradiciones que; en algunos casos; han llegado a perder, incluso, su trasfondo original. El “día de los muertos” en Centroamérica, la conmemoración de “los fieles difuntos” bien presente en el catolicismo o el, cada vez más extendido, “halloween” tan arraigado en la cultura anglosajona, son solo algunos ejemplos de esa conexión que parece establecerse, durante estas jornadas, con quienes ya no se encuentran entre nosotros.

El particular misticismo qarpadio, así como la profusa imaginería con la que cuentan los moradores de este territorio, no deja de contar con sus propios elementos doctrinales en ese sentido. Una muestra bien clara de todo ello la encontramos en la figura de las “vesdas”: seres fabulosos con los que…; si hemos de creer lo que cuentan los lugareños; no es difícil encontrarse por estas fechas.

En origen, a estas entidades no se les confería ninguna apariencia física en particular, pero el paso de los años ha ayudado a “enriquecer” su aspecto distintivo y a conferir a su naturaleza una esencia inequívocamente femenina.

Son las “vesdas” figuras con la capacidad de vagar entre lo mundano y lo ultraterreno y se sirven de ese don para juzgar a los mortales a través del testimonio de los finados que los conocieron en vida. No se las considera unas criaturas maléficas; pueden ser portadoras de consejos y advertencias que trasmiten en nombre de quienes ya nos han dejado; aunque también pueden resultar tremendamente perturbadoras con quienes tengan alguna cuenta pendiente y a quienes atormentan hasta que cumplan con la penitencia que ellas mismas les imponen para saldar su deuda y así quedar en paz.

Sé que, dicho así, suena como cualquier otro tipo de creencia supersticiosa, pero… para los qarpadios supone una cuestión a tener muy en cuenta. Tal es así que quienes no pueden presumir de tener su conciencia demasiado tranquila, aprovechan estos días para expiar sus pecados.

En mi caso; aunque me guste pensar que ya hace tiempo que me encuentro plenamente integrado entre estas gentes; lo cierto es que aún me cuesta un poco digerir este tipo de cosas. No obstante, también he de reconocer que…, en esta última semana, no he dejado de observar un inusual número de “acontecimientos casuales”  que me han dejado un tanto perplejo.

¿Coincidencia?