Alegato.





No hace falta ser iguales,
ni, tampoco, diferentes;
simplemente respetarse
y evitar la exclusiones.

Unos gustos, una lengua,
una historia o una tierra,
nos definen soberanos
del destino que escribimos.
Pero, a la vez, paralelos,
hay espacios compartidos
que enriquecen y alimentan
lo que se va construyendo.

Son caminos que se abren
de tanto hollarlos el grupo.
Recursos que, al compartirse,
destierran al egoísmo.
Simbiosis que beneficia
a todo aquel que se une
generando unas sinergias
que, separados, se pierden.

Que cada cual lo interprete
como mejor le convenga,
mas no vale desdecirse
tras haberse pronunciado.
Es por ello que recalco
para dejarlo patente:
no hace falta ser iguales,
ni, tampoco…, diferentes.



Comentarios

  1. Simplemente, ser naturales, ser nosotros mismos.
    De las posibles diferencias, enriquecernos y compartir.
    De lo que nos hace iguales, abrirnos más.

    Feliz tarde, caballero.
    Mis saludos.

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  2. Sólo hace falta ser... pero vivimos en un mundo donde todo tiene etiqueta, y donde todo se encasilla. Un buen poema denuncia.

    Mil besitos.

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