Las herramientas más sencillas, a menudo, se revelan como las poderosas. Pero para sacarles todo el partido, lógicamente, hay que saber dominarlas. Como siempre: todo es cuestión de práctica.
Un beso y un azote mi dulce, y "expresiva", sierva.
Cuando se ha entrado en la mente, se establece tal sincronización y tal intuición... que todo lo demás son como los aleteos de las mariposas. Pura vida. Pura chispa. Un paso. Mis saludos, Caballero.
Muy cierto Mağ. Hemos de tomarnos la molestia de prestar atención a las señales que nos llegan de la otra parte para alcanzar ese sublime estado de comunión que tanto puede llegar a reportarnos. A veces puede que esas señales se nos escapen (o que las malinterpretemos) pero lo importante es no cejar en el empeño.
Porque no son, en realidad, necesarios los artilugios, juguetes o complementos.
ResponderEliminarUna mirada, un gesto o una palabra son suficientes para quien entiende el lenguaje de la complicidad en la entrega y el dominio.
Yo adoro esa unión, donde con aparentemente poco se dice mucho.
Besines dulces
A Tus pies
Las herramientas más sencillas, a menudo, se revelan como las poderosas. Pero para sacarles todo el partido, lógicamente, hay que saber dominarlas.
EliminarComo siempre: todo es cuestión de práctica.
Un beso y un azote mi dulce, y "expresiva", sierva.
El cerebro y la imaginación son los "artilugios más provocadores y en ocasiones perversamente sexuales "
ResponderEliminarsaludos
¿Sólo en ocasiones?
EliminarSaludos.
Siempre se necesita esa chispa que haga arder todo...
ResponderEliminarSin ella no hay juego.
Mil besitos y muy feliz día.
Destellos de los que surgen estrellas esas chispas a las que te refieres.
EliminarSaludos chispeantes y a disfrutar con la luz de "esos fuegos".
Cuando se ha entrado en la mente, se establece tal sincronización y tal intuición... que todo lo demás son como los aleteos de las mariposas. Pura vida. Pura chispa. Un paso.
ResponderEliminarMis saludos, Caballero.
Muy cierto Mağ. Hemos de tomarnos la molestia de prestar atención a las señales que nos llegan de la otra parte para alcanzar ese sublime estado de comunión que tanto puede llegar a reportarnos. A veces puede que esas señales se nos escapen (o que las malinterpretemos) pero lo importante es no cejar en el empeño.
EliminarSaludos cómplices.