La mirada clandestina.
Observas discretamente,
por entre la
algarabía imperante,
la evidencia que se
escurre
a través de las
grietas
que serpentean como
hiedra
bajo los pies del
gentío.
Máscaras improvisadas
adornan los usos
de quienes se han
presentado
al llamado de las
sombras
sin saber a ciencia
cierta
cuán profunda es su
negrura.
Te remueves,
divertida,
en tu guarida silente
mientras invocas al
custodio
de tus recreos
perversos,
conocedora del nervio
que habita bajo esas
pieles.
Declina el sol su
influencia
y te asomas,
descarada,
por el resquicio que
queda
entre virtudes y tachas
dando lugar a
nociones
que infunden nuevas
alquimias.
Como buena felina la curiosidad me lleva a observar, divertida por todo aquello que sucede ajeno a mi atenta mirada.
ResponderEliminarY así con la ojos bien grandes y el cuerpo inmóvil espero el momento justo de dar el salto y sorprender con mi presencia...
Me divierte, me entretiene y, a la vez, aprendo de todo...
Besines dulces
A Tus pies
Lo sé. Conozco tu gusto por recabar información mientras te haces la distraída. No obstante, debo añadir que no es algo que te exija un esfuerzo excesivo, ya que, la mayoría de las veces, te lo ponen demasiado fácil.
EliminarUn beso y un azote mi dulce, e "indagadora", sierva.
Una mirada clandestina siempre encuentra el resquicio por donde entrar y saciar su curiosidad.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día.
Da la impresión, Aurora, de que lo dices con conocimiento de causa.
Eliminar¿Eres de esas personas que se deleitan leyendo entre líneas?
Saludos cordiales y que disfrutes lo que resta de miércoles.
Touché :-)
EliminarMil besitos más.
En ese caso..., creo que estás de suerte.
EliminarSaludos y buen finde.
Una mirada clandestina, tal vez, muy sabedora des destino que la inspira.
ResponderEliminarMis saludos, Caballero.
No lo dudes ni por un momento.
EliminarFeliz tarde, Mağ, y que la noche te sea propicia.