Necesidades.
En esas ocasiones
en que no habla el cuerpo
sino el alma,
y suplica entre sollozos
verse rendida a la causa
de un desenfreno abrupto
que la limpie de la angustia
que ya lleva acumulada,
cedes ante un poder vigoroso
que te quiebra sin dañarte.
Te sumerges sin tapujos
en el total abandono
mientras se adentra, algo rudo,
el ariete que derrumba
los muros del desaliento
dejando libre el camino
a un laberinto perfecto
donde perderse sin pausa
y encontrarse siempre a tiempo.
Dejas atrás tus miserias
y te sientes conmovida
dejando que broten saladas
las lágrimas retenidas
por tanto tiempo encerradas.
No temas ni te aflijas, mi Señor, porque esa también es una forma de entregarte cuanto soy, de exponer una verdad que pocos merecen.
ResponderEliminarDepósito en Tus manos un cuerpo deseoso y una mente que se siente libre para expresarse sin tapujos.
De vez en cuando, así hablo, en el silencio que aguarda ser roto entre gemidos, entre la pasión sin freno que encuentra Tu consuelo.
Me conoces mi Señor y en Ti confío.
Besines dulces
A Tus pies.
Confianza construida en ambos sentidos y..., por ello, sentida en compartida plenitud.
Eliminar1b y 1a mi dulce, y "convergente", sierva.