Ánimas.
Puede que fuera el azar,
la más pura casualidad
o eso que llaman destino.
Pero..., en el tránsito vacío
a través de un purgatorio
de existencias anodinas,
sus caminos se cruzaron.
No anhelaban paraísos
perdidos en el recuerdo
donde volver la mirada.
No intentaban redimirse
y sí asumir el pecado
que les hacía distintos.
Génesis insospechada
de algo nuevo y genuino
que, más que avanzar..., se expande
en todas las direcciones,
entre luces invisibles
y pulsiones silenciosas.
Si pudieras verme ahora mismo, mi Señor, comprobarías como mi vello está mostrando la emoción de reconocerse en estas palabras y mis ojos brillan mostrando la ilusión de recorrer este camino a Tu lado. Impensable cuando coincidimos y más increíbles aún que siga expandiéndose y haciéndonos gozar después de tanto tiempo.
ResponderEliminarQue no cese, mi Señor, quiero más, mucho más....
Besines dulces
a Tus pies
Hay quienes dicen que los límites están ahí para superarlos. Aunque..., al menos últimamente, me ha dado por pensar que en nuestro caso aún están por definirse.
Eliminar1b y 1a mi dulce, e incombustible, sierva.