Luces y sombras.
Animada por el gozo
que te arrastra a la penumbra
de unos designios ignotos,
sientes tensarse certezas
serpenteando entre mieles
que juzgabas imposibles.
Dulce aspereza circunda
la efervescente sustancia
harta de castos preceptos
hasta entonces admitidos
como parte de un arreglo
que se confiesa viciado.
Distraídas armonías
te utilizan como amarre
de una ardiente equidistancia
cuya llama te serena
en tanto ahuyenta pesares
disfrazados de conciencia.
Y así..., dentro de tí, bien profundo,
se manifiesta una aurora
de colores desbordados;
nunca antes advertidos;
como en los sueños que expiran
cuando llega la mañana.
Comentarios
Publicar un comentario