Advenimientos.
Se aparece de repente
ante un testigo expectante
como el heraldo de un tiempo
donde todo se transforma.
Proyección de una apetencia
secretamente instalada
en las difusas penumbras
que envuelven lo reprimido.
Con una gracia inaudita,
de su influjo sinuoso
brota un impulso que invita
a abrazar lo clandestino.
Es etéreo y es palpable,
es visible pero huidizo.
Es tan sutil que se escapa
cuando le buscas sentido.




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