Otoños de postal.





Esta última semana, ciertos asuntos han conducido mis pasos nuevamente a Alexandreta y…, he de admitirlo abiertamente, cada vez que me dejo caer por aquí me siento más cautivado por la enorme cantidad de sensaciones que es capaz de trasmitirme.

En estos días, si bien este año la estación parece no tener demasiada prisa en hacernos notar su influjo plenamente, ese toque otoñal que empieza a asomar entre sus abundantes jardines y zonas arboladas, le proporciona a todo el conjunto un aire sosegado que contagia al entorno con su cadencia.


Si ya no eran pocos los atractivos con los que contaba esta ciudad en concreto, ahora es posible añadirle uno más; aunque sólo sea de forma momentánea. Siendo así, bueno es disfrutarlo sin premuras innecesarias que vengan a estropear la “magia” del momento (y… esto último resulta válido para todos los placeres que es capaz de proporcionar tan idílico enclave).





Comentarios

  1. Como siempre eres capaz de disfrutar de cada instante con su máximo esplendor y consigues así que me contagie de ese espíritu y anhele más y más de Ti.

    Un sueño acompañarte, si me lo permites.

    Besines dulces
    A Tus pies

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares