Atardeceres de otoño.
Cae la tarde,
con su fulgor mortecino
de broncíneas llamaradas,
sobre un suelo
adoquinado
por la hojarasca
marchita
entre el anuncio a la
helada,
que ya se huele en el
aire,
y los últimos
destellos
de un sol de fuerzas
menguadas.
Es un instante en el
día,
un parpadeo en el
tiempo,
donde dorados
reflejos
hacen su puesta de
largo
anticipando los
guiños
de los brillantes
luceros
que…, recurriendo a
su alquimia,
tornarán oro por
plata.
Preciosos versos… Una maravilla…
ResponderEliminarBsoss enormes.
Instantes donde aguardar Tu llegada, donde aprovechar el tiempo para preparar todas aquellas cosas que te gusta disfrutar y que tanto gozo me dan cuanto te observo satisfecho.
ResponderEliminarEs sencillo en esta época y con esta luz estar pendiente de los pequeños detalles.
Un placer leerte y sentirte
Besines dulces
A Tus pies