Servidora.
Circunstancia indescifrable
sirve de asiento a un
empeño
que apuesta por unos
dones
difícilmente entendidos.
Ondean claras enseñas
como pendones cautivos
en manos de quien
conquista
territorios
prometidos.
Y en el cenit de un
instante,
en el saber de una
esencia,
surge de un fuego vivo
la verdad liberadora.
No está sujeta a un
talante,
una ciencia o un capricho.
La respuesta es más
sencilla:
”quieres ser mi
servidora”.
Así lo quiero, mi Señor.
ResponderEliminarAsí lo siento, y cada día que pasa es mayor mi deseo y la convicción de pertenecerte se afianza, mostrándome que esa es mi única esencia y la vida que anhelo.
No estoy ágil en palabras y te pido disculpas por esta torpeza,pero convencida estoy de que a pesar de ello puedes sentirlo...
Gracias mi Señor por darme vida, por hacerme realidad entre Tus manos y enseñarme a servirte.
A Tus pies
Besos dulces.
¿Torpe en palabras? Tal vez ¿Falta en sentimiento? Para nada.
Eliminar¿Qué más quieres expresar?
Un beso y un azote, mi dulce sierva.
Gracias mi Señor por ver en mi lo sentimientos que no sé describir...
EliminarTodo cuanto albergo mi Señor...eso quiero expresar...para que conozcas todo de mi y puedas guiarme con certeza para llegar a servirte como una buena esclava...
Sin censura, sin dobleces, sin nada mas que la verdad de mi ser en Tus manos, con plena confianza y convicción.
Tarea ardua, lo sé...pero creo que ambos estamos en el camino...
Besines dulces!