Trastos.

Clausuras ya definitivamente las navidades, toca ahora enfrentarse al tan ansiado (aunque, no obstante, temido) periodo de rebajas de invierno.

Si las pasadas fiestas ya sirvieron para hacer acopio de un abultado número de “cachivaches” de dudosa utilidad, durante este ciclo recién iniciado, corremos el riesgo de volver a incurrir en errores aún muy recientes. Basta recordar cuál sido uno de los regalos estrella de estas últimas pascuas para darse cuenta del enrevesado criterio por el que se rige nuestra psique en el momento de hacer determinadas compras.

Lo cierto es que la idea bien podía haber sido engendrada dentro de esa esfera de influencia que nuestros amigos lúdicos han ido extendiendo, pero…; ya puestos a intentar hacer negocio si darle demasiadas vueltas a la cabeza, ¿qué os parece su propuesta de móvil de última generación?

No resulta demasiado descabellado pues, muchas veces, no parece que reflexionemos demasiado antes de vaciar el contenido de nuestras carteras; aunque, también es verdad, hay ocasiones en las que una compra no demasiado afortunada puede ofrecer insospechadas contrapartidas.

Pero, siendo honestos, puestos a “rizar el rizo”, mejor hacerlo con productos que cuenten ya con una demanda asegurada y que; de no resultar demasiado exitoso el “restyle” que queramos imprimirles, puedan continuar teniendo una aceptable salida.

En mi caso; como suelo ser más bien práctico; en estas rebajas tan solo he adquirido una camiseta (siempre resultan útiles y, además, me ha salido muy bien de precio).

Que tengáis todos un muy feliz fin de semana y suerte en “la guerra de las compras”.