Rincón en la espesura.
Antes de ensancharse y pasar a
convertirse en parte de la llanura Brilaria,
el valle del Tágalo cuenta con
escarpados paisajes cubiertos de una exuberante vegetación propiciada por el
característico clima subtropical que impera en el área del mar Sélico.
La accidentada orografía del
lugar favorece la existencia de rincones como este que os traigo, encaramados
sobre las abruptas y frondosas pendientes.
Estos emplazamientos no resultan,
empero, del agrado de todos; especialmente entre quienes no sienten demasiado aprecio
por aquellos entornos con un elevado grado de humedad. Aunque, por otro lado,
este hecho; unido a la naturaleza indómita y un tanto asilvestrada del medio;
puede propiciar la aparición de arrebatos pasionales con algún que otro toque de
desenfreno salvaje.
Que disfrutéis todos de una
feliz, y “umbría”, jornada de
domingo.
Imagino que este rincón exigirá cierto grado de sacrificio para alcanzarlo, que pondrá prueba a aquellos que deseen su cobijo pero confieso que conocerlo de antemano ya concede una ventaja y cuando se alcance el objetivo la recompensa está asegurada.
ResponderEliminarDisfrutaría si me permitieras acompañarte y ofrecerte mimos para hacer de este lugar una experiencia inolvidable.
Puedo, mi Señor?
Besines dulces
A Tus pies