Multiversos.

 


Las variadas peripecias, que se van aglutinando merced a mi recorrido por los paisajes qarpadios, me generan, muchas veces, sensaciones contrapuestas. Desconexión de ciertos hábitos adquiridos con el tiempo y conexión, a su vez, con muchas otras cosas en las que, hasta ahora, apenas había reparado.

Hace unos días ya dejé al descubierto un pequeño atisbo de cómo se manifesta esta curiosa dinámica a través de un ejemplo bastante específico, pero hoy me gustaría desarrollar la cuestión de un modo más general.

Lo cierto es que me dado cuenta de lo diferentes que podemos llegar a ser las personas; y no ya por nuestras creencias, nuestros gustos o la influencia que ejercen nuestros entornos. A lo que me quiero referir es a la escala mediante la cual ponderamos todo cuanto nos sucede. Es muy significativa la disparidad que se produce entre individuos al "graduar" un mismo aspecto de la vida. Lo que para algunos puede parecer un mundo fascinante y complejo, repleto de detalles y digno de ser explorado con detenimiento, para otros no es más que una nota al margen a la que no se le confiere mayor importancia. Incluso puede haber quienes no se percaten siquiera de la existencia de esa realidad en concreto.

Somos criaturas dotadas de una configuración tan abierta a las variables que la posibilidad de que se produzca una concordancia plena entre dos individuos se reduce a porcentajes infinitesimales. Somos una amalgama de tantos y tantos razonamientos subjetivos que resulta altamente improbable alcanzar un consenso sino es de forma genérica. Incluso aquellos que dicen coincidir bastante entre sí, seguro que disienten en infinidad de pequeños matices que..., debido a esa "escala" de la que os hablaba hace un rato..., pueden llegar a ser enormes.

Esto me lleva a pensar en lo difícil que se nos hace muchas veces llegar a..., intuir tan siquiera, el universo interior que alberga la persona que tenemos al lado. 

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