Entreactos.
En los interludios climáticos, los afanes encubiertos no se diluyen, sencillamente se adaptan a las nuevas y cambiantes circunstancias.
Cómo en una obra de teatro bien estructurada, esos tiempos de transición pueden servir para establecer los nexos apropiados; amén de deslizar oportunas sugerencias; entre secuencias de corte desigual aunque, en definitiva, de idéntico trasfondo.
Para los más afortunados, nuestra ciudad bien podría convertirse en el escenario ideal donde representar todas y cada una de esas meritorias transiciones.
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