Sound Temples.

 

Muchas veces, la idoneidad o la improcedencia de escoger entre una cosa u otra, depende, en gran medida, del momento. Pero también es cierto que existen un sinfín de ocasiones en las que; aquello que viene a determinar finalmente el sentido de nuestras elecciones; tiene bastante más que ver con los gustos de cada cual.

Esto, en buena medida, resulta aplicable a casi cualquier esfera de nuestro habitual discurrir y, en ese sentido, la música no tiene porqué ser una excepción.

Ciertos ritmos consiguen evocar en aquellos que los escuchan una serie de sentimientos muy específicos que varían, y mucho, en función a cada persona. Casi siempre tiene que ver con la capacidad que tienen esas cadencias para trasladarnos de nuevo a situaciones que ya hemos experimentado con anterioridad y que, dicho sea de paso, no sentimos el más mínimo reparo cuando se trata de repetirlos.

Por suerte para nosotros, esta ciudad puede presumir de contar con una amplia y variada oferta enfocada a suplir esa clase de necesidades; si bien, como no podría ser de otro modo, el estilo por el que unos y otros se terminen decantando, dependerá de aquello que más active no sólo sus pies, sino, también, sus corazones. De manera muy similar a como durante milenios ha venido sucediendo con la fe, también en este tipo de cuestiones, dependiendo de la vertiente por la que discurra esa clase tan específica de vocación, los templos que se tiende a frecuentar pueden ser de uno u otro corte.