Temores adictivos.
Miedo a tu instinto inflamado.
Miedo a saberte entendida.
Miedo de un tiempo a la fuga.
Miedo a soñarte cautiva.
Miedo al pecado que albergas,
a esa lujuria impelida
y que brota en cada poro
de esa piel que sabes mía.
Miedo a olvidar el recato
para acabar seducida
por el verbo indecoroso
de una mente pervertida.
Miedo al aliento entregado
y a ese gozo sin medida
que exhalas cuando se escapa
un torrente en estampida.
Miedo a no controlarte,
a querer ser invadida
y anhelar desdibujarte
trazo a trazo, línea a línea.
Miedo que también te entrego porque te pertenece, como todo cuanto albergo.
ResponderEliminarMiedo que Tu has hecho Tuyo, lo dominas y lo conviertes en gozo compartido.
Me ha encantado y...lo sabes...
Besines dulces
A Tus pies
Miedos domesticados que se tornan en disfrute. Anhelo el momento de volver a degustarlos en tu piel.
Eliminar1b y 1a mi dulce, y "temerosa", sierva.