El pulso del momento.

 


Desvisto el exaltado delirio,

que aguarda a ser entregado,

como parte de una alianza 

que fue sellada entre pieles

predispuestas a fundirse.


Voy deslizando intenciones

por las sendas de tu cuerpo,

dejando espacio a la duda

para alargar lo impreciso

de los futuros posibles.


Te veo abrigar esperanzas

mientras tu mente dibuja

escenas ya conocidas

pero con tonos distintos

que se entrecruzan vibrantes.


Escucho el silencio agitado

de espasmos involuntarios

que sugiere confluencias

ligadas a ese momento

en que..., por fin, habito en ti.

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