Elección de condición.

 

Humildad, renuncia o sometimiento son términos (en mayor o menor medida) más bien denostados en el actual contexto de "autodeterminación egocéntrica". Cualquiera con  vocación de servicio; que sienta la necesidad de entregarse en cuerpo y alma a una causa que no le ofrezca un beneficio claro, exclusivo e inmediato; tiende a ser objeto de burlas, chascarrillos fácilones y críticas no demasiado constructivas. Parece como si la actual concepción de éxito no sólo excluyera  automáticamente a cuantos no comulgan con los preceptos del "TODO, AHORA" y "TODO PARA MI" sino que..., además, los hiciera acreedores del desprecio colectivo.

No todo el mundo; lo he dicho ya muchas veces; comparte las mismas aspiraciones y..., si bien nunca nadie debería de verse obligado a plegarse a exigencias ajenas, cuando esas mismas exigencias son abrazadas por propia convicción, y más si en gran medida nacen de uno mismo, quienes realmente estarían coartando ese derecho a realizarnos según nuestros propios principios e intereses serían, precisamente, aquellos que..., por otro lado, no tienen intención alguna de renunciar a su libre albedrío.

Por fortuna, en Qarpadia se las han arreglado para mantenerse al margen de tan excluyente paradoja y, por otro lado, encontrar el acomodo pertinente a las "inquietudes vitales" de cada cual (de manera un tanto particular si se quiere, pero no por ello carente de sentido).