Ofrecimientos.
Los invadía esa extraña felicidad, esa prisa por desnudar el corazón ante el otro, una prisa de amante que ya es una entrega, la primera, una entrega del alma que precede a la del cuerpo. "Conóceme, mírame. Soy así. Esto es lo que he vivido, esto es lo que he amado. ¿Y tú? ¿Y tú, amor mío?"
Irene Nemirovsky. (Escritora ucraniana)
Soberbio, como siempre
ResponderEliminarEn todo caso..., bien escogido. De todas formas, gracias por ese elogio ferviente.
EliminarBienvenida a la ciudad, Lena. Vuelve siempre que quieras.