Persistence.
Creemos haberlo visto todo,
estar ya muy de vuelta.
Y sí, muchas cosas,
ni son dignas de elogio
ni de consideración.
Pero, en nuestra propia magnificencia,
nos volvemos ignorantes
y pasamos por alto
un hecho incontestable
cargado de trascendencia.
Ahí afuera siguen pasando cosas
que merecen descubrirse,
aprenderse y cultivarse
y que, si somos honestos,
en el fondo, precisamos.
Comentarios
Publicar un comentario