Días de vino y doma.
En un cruce de
caminos,
de lenguas, aguas y
formas,
vino a darse hace un trienio
una singular alianza.
Dos viajeros recalaron,
desde distintas
orillas,
con equipajes dispares
que fundieron en
abrazo.
De ilusión incontenida
nació aquel hecho improbable
que, ignorando los
presagios,
se instaló sin
esperarlo.
Fueron días nebulosos,
reales pero confusos,
donde la acción que
refieren
se apelotona en
instantes.
Relato que se iniciaba
con un trazo distendido
que, no obstante se
tensaba
cuando era necesario.
Cada cual con sus
demonios,
establecieron la pauta
de una fórmula
distinta
al canon establecido.
Allí cobró forma el
habla
con que expresaron
sus claves
como fieles
fundamentos
donde ligar su
destino.
Aún no hace tanto de
aquello,
pero parece lejano
de tantas y tantas
cosas
como han ido aconteciendo.
De todas formas ya
inspira,
relativamente antiguo,
una nostalgia serena
que, sin duda, es
merecida.
Es un dia ya de por si altamente emotivo porque vienen a mi los intensos sentimientos de ser Tu pertenencia, y de esos recuerdos que atesoro que forman nuestra historia, pero estas preciosas palabras, este regalo maravilloso me emociona mucho mas al viajar por estos versos que definen el comienzo de lo que hoy continua siendo mi deseo y mi pasión...
ResponderEliminarAnhelo continuar aprendiendo, entregarme y satisfacerte, sentir y gozar a Tus pies...
Gracias mi Señor por este regalo y por mis dias junto a Ti...
Besines dulces
A Tus pies
Torpes intentos los míos por reflejar unas jornadas tan maravillas y tan cargadas de sentimiento.
EliminarSoy yo quien tiene que darte las gracias por haberme regalado tantas y tantas cosas y por haber confiado en mi de aquel modo tan especial.
Un beso y un azote, mi dulce y rememorada sierva.
Muy bien parido, buenos versos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus elogios, jordim.
ResponderEliminarUn saludo.