Al alcance de muy pocos.
Es objeto de deseo,
y no es algo
inalcanzable,
mas pocos son los
dispuestos
a sufragar esa gracia.
No os hablo aquí de
dinero;
su valor es
cuestionable;
sino de esos otros recursos
más humanos y
profundos.
Confianza y
compromiso.
Tenacidad y
paciencia.
Constancia y
convencimiento.
Pasión y, a un
tiempo, templanza.
Al contemplarlo…
apetece,
se nos presenta
gustoso,
y lo cierto es que
reporta
infinidad de
deleites.
Pero quedan
reservados
a quienes saben
nutrirlos.
Para el resto: están vedados,
a cal y canto
ocluidos.
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