En flor.

 


Todo se ilumina,

todo se calienta,

cuando el sol toca cima

y las nubes se dispersan.


Ella saltó del nido,

nido entre ramas frescas,

fiel aliada del sonido

que canta la primavera.


Mora entre nosotros

y aplica una ciencia

que discurre con aplomo

entre audacias e indecencias.


¿Quién beberá en sus ojos?

¿Quién comerá en su mesa

los manjares  licenciosos

que su tallo presupuesta?


Dicen a sus espaldas

palabras de envidia gruesa,

mientras ella destapa

argumentos que embelesan.


Hay fuego en sus labios,

tanto que incinera

la virtud en los castos

y en los cautos la prudencia.


Destierra al disimulo

que todo lo tergiversa

cuando el tiempo es un lujo

y la vida se dispersa.


No quiere marchitarse

sin antes no ser flecha

que atraviese corazones

que refrenden su belleza.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares