Sombras que se ciernen.
Ya se acortan los días mientras languidece el sol de las tardes de otoño y los cuerpos, hasta hace poco espoleados por el refulgente dinamismo estival, buscan ahora otro tipo de estímulos mediante los cuales permanecer activos.
Anhelo de tardes lluviosas al calor de un hogar encendido por la pasión que rezuman oscuras fantasías sugeridas con toda la intención. Ganas de reductos sombríos vestidos con la penumbra de los deseos inconfesados que pugnan por manifestarse, sentirse y concatenarse en perenne sucesión.
Jornadas intensas las que se aprestan a poblar con lúbricas sugerencias los cursos vespertinos de la nación invisible.
Paso a dejarte mi saludo y mi sonrisa, Qarpatian, y disfrutar de la lectura en uno de tus rincones.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Que disfrutes de ese refugio acondicionado a tus gustos.
EliminarFeliz domingo para ti también Mağ.