Idolatría sensata.
Ven a mostrar tus respetos
formalizando tu rendición.
Póstrate, humíllate,
besa el suelo que transito.
Deja atrás ese "yo"
que expones a los demás.
Conviértete en la presa
de mi voluntad divergente
y asume como propios
los dictados de mi credo.
Abandónate sin más premisa
que complacerme en todo.
Asume tu servilismo,
cede el ardor que te enciende
y te corrompe por dentro
sin pudor y sin reparos.
Se meretriz exclusiva
del impulso que me mueve.
Sólo te pido que..., antes,
lo medites con cuidado
y..., si te entregas, lo hagas
porque eso es lo que quieres,
sin anular tu conciencia
ni renunciar a quien eres.
Indudablemente sí, mi Señor.
ResponderEliminarSoy Tuya desde el nacimiento de mis pasiones, desde que conseguimos comunicarnos sin nada que entorpeciera el diálogo.
Sé que aún no soy suficiente para hacerte sentir el orgullo que deseo concederte y que bien te mereces, pero por ello quiero seguir a Tus pies, de Tu mano para crecer, más y mejor.
Preciosas letras que conmueven y me hacen sentir tremendamente especial.
Gracias mi Señor por ese sentir.
Besines dulces
A Tus pies
Ese sentir que mencionas es, ni más ni menos, el que se desprende de tu entrega y..., por esa misma razón, deberías de adjudicarte una parte del mérito.
EliminarNo me cabe duda de que aún resta mucho por descubrir en ese apasionante viaje que hace tiempo iniciamos, así que... tú sólo déjate guiar y disfruta de cada instante.
1b y 1a mi dulce, y "devota", sierva.
La última estrofa es espectacular
ResponderEliminaruna fina línea que algún día voy a sobrepasar.
Un placer la visita
me quedo por aquí
Besos.
Todo un honor que hayas encontrado elementos de disfrute en este apartado reducto de inspiración marginal.
EliminarSe bienvenido a la ciudad y vuelve cuando quieras.