Afanes inconfesables.


Siempre que te zambulles

en los profundos azares

que te recorren por dentro,

una evidencia despunta

de manera concluyen.


La admisión de lo que eres

deja de ser rebatida

para pasar a abrazarse

con un solemne respeto

por aquello que encarnabas.


No te rindes, sólo admites

tus innatas convicciones

sin buscar que te validen.

Únicamente destapas

todo el sentido que encierras.


Comentarios

Entradas populares