Despertar con tu sonrisa.
Antes
incluso de rayar el alba,
cuando
brillantes luceros dominan aún el firmamento nocturno,
sé
que tus ojos ya están abiertos
intentando
distinguirme en la oscuridad.
Comienzas
entonces a removerte bajo las sábanas
no
sé muy bien si obedeciendo al caprichoso dictado de un impulso reflejo
o
como medio consciente de colarte en mis sueños.
Con
la llegada de las primeras luces,
inducida
por ese nervio felino que abrigas en tu interior,
no
puedes fingir por más tiempo tus apetitos
y,
agitada y retozona,
consigues
traerme de vuelta a mi estado de vigilia,
mientras,
con una pícara sonrisa,
dejas
patente tu disposición y tus ganas.
Sonrisa reflejo de verte a mi lado, de comprobar que no era tan sólo un sueño.
ResponderEliminarAlargo mi mano y compruebo Tu cálida piel, y trato de compasarme a Tu plácida respiración para contener mis ansias felinas de saltar sobre Ti.
Inquieta muestro mi deseo aunque trato de contenerlo y busco el refugio de Tus brazos que siempre me mantienen serena.
Esa sonrisa, mi Señor, te pertenece, como todo el resto de mi cuerpo, de mi mente y de mis sentimientos...
Besines dulces
A Tus pies