Al norte.

 

Era de aquellas personas

que esquivaban las multitudes

y disfrutan del silencio

con templada parsimonia.

Personas de gesto rudo

y no de muchas palabras,

de esas que no confían

en el primero que pasa.

Aclimatadas al frío,

aunque no busquen sentirlo,

y que fabrican bellezas

por parajes desolados.

Duras en apariencia,

muy duras cuando hay que serlo,

pero leales y nobles

 cuando toca demostrarlo.

Era de aquellas personas

que no camuflan los hechos

ni tergiversan el fondo

de todo lo que pasaba.

Era una errante figura,

de esas que viven al norte,

bajo un techo hecho de nubes

que recortan las montañas.