Reflejos de octubre.

 

La mortecina luz que ilumina muchos días de otoño imprime un tono ambarino a nuestros sucesos. Destellos color miel sugerentes e inspiradores, como si su propósito fuera dotar de una dulce y delicada pátina cobriza a la vida.

Durante esos fugaces instantes donde confluyen brillos y espacios, donde la indescifrable combinación de efectos lumínicos perfila siluetas irrepetibles, se produce una verdadera "inundación" de opaca claridad.

En el seno de esa infrecuente convergencia siempre queda lugar para ahondar más aún en el profundo pigmento de una piel imbuida de esa evocadora influencia.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares