Sopesando la elección.
No siempre es posible lidiar con los acontecimientos, no todo depende de nuestra capacidad de decisión y..., muchas veces, no queda otra que apretar los dientes y seguir adelante a pesar de todas las vicisitudes que nos salen al paso.
Pero..., por otra parte, muchas veces, somos nosotros mismos los que no somos consecuentes con los efectos derivados de nuestras propias iniciativas. No vale escudarse después en que nuestros actos han sido el resultado de un impulso pues, sobre todo para según que cosas, las secuelas que finalmente se manifiesten pueden llegar a ser del todo irreversibles.
Aquí, en Qarpadia, abundan las ocasiones en las que hay que decantarse entre alternativas opuestas. Y..., precisamente, por la trascendencia implícita en esa insoslayable encrucijada existencial, no está permitido que se tomen a la ligera, ni bajo ningún tipo de coacción, tales decisiones habida cuenta de que habrá de ser quien las toma quien, en el futuro, cargue con el peso de esas mismas elecciones.
Muchas veces quisiéramos que las cosas fueran distintas, no esperamos que ocurran como la fortuna nos presenta.
ResponderEliminarAlgunas ocasiones para bien, otras para mal, pero siempre debemos asumir lo que llega, sobre todo cuando es a causa de nuestras decisiones.
Así también se demuestra la valentía y la responsabilidad, y quiero pensar en que la vida nos recompensará por ser fieles a nuestros principios.
Besines dulces
A Tus pies
Sé que esta suerte de reflexión a producido en tí cierta tristeza, aunque no entraba en mis planes que mis palabras causaran en nadie dicho efecto.
EliminarMuy al contrario, con cierta ingenuidad por mi parte, buscaba agitar un tanto la conciencia colectiva recordando que la libertad de elección tiene aparejada una enorme responsabilidad que, dicho sea de paso, se tiende a ignorar con excesiva frecuencia.
Cuando esto sucede, el ingente catálogo de lamentaciones ulteriores que suelen salir a colación, a mí juicio, además de inútil, tiende a traducirse en un ejercicio de hipocresía totalmente reprobable pues, quienes lo cometen, no sólo buscan engañar a los demás sino, y lo que es aún peor, a ellos mismos.
1b y 1a mi dulce, y "emotiva", sierva.