¿Dotes de aprendiz?

¿A vosotros nos ha pasado alguna vez que alguien se os ha aproximado  manifestando su interés por que le instruyáis en una determinada materia y..., a las primeras de cambio, es esa misma persona la que pretende deciros cómo tenéis que hacer aquello cuyo funcionamiento decía ignorar? Cuando esto sucede, una de dos: o ese alguien pretendía poner a prueba vuestros conocimientos o... habéis tenido la mala suerte de daros de bruces con un perfecto petulante. Lo más curioso de todo es que, esto último, a pesar de ser un contrasentido, viene a producirse con bastante mayor frecuencia que lo primero.

En Qarpadia, incurrir en ese tipo de conductas, está considerado como poco menos que un delito de lesa majestad pues..., todo el que pretenda (sin que importe demasiado el pretexto esgrimido para ello) permanecer sumido en la ignorancia, no tiene cabida en el orden meritocrático por el que se rigen los moradores de la nación invisible.

Pero... ¿por qué no sucede otro tanto en otros lugares? La verdad es que no soy capaz de encontrar una respuesta lógica a la cuestión. Tal vez sea porque..., de algún modo que no alcanzo a comprender, salga a cuenta obrar de esa forma. No me entra en la cabeza que nadie que afirme estar interesado en la adquisición de nuevos conocimientos se pase todo el rato poniendo en cuestión lo que, aquellos con más experiencia, tratan de inculcarle. Y..., ¡ojo!, no estoy diciendo que no se tenga que aplicar una cierta "perspectiva" sobre las instrucciones que se nos marcan, pero de ahí a poner en duda su validez; cuando se carece de los elementos de juicio más básicos en relación a las mismas; dista un abismo. Ya habrá tiempo, una vez adquiridos los rudimentos esenciales sobre cualquier disciplina, para "aderezarlos" con ingredientes de cosecha propia pues, entonces, ya sabremos si resultan, o no, susceptibles de ser  incorporados a la receta original.

Sé que muchos pensaréis que esto no es algo válido para cualquier circunstancia; que muchas veces vamos a toparnos con personas que..., con la excusa de "ilustrarnos", intentarán aprovecharse de nosotros e, incluso, lastimarnos, lo cual es muy cierto. Pero, no me negaréis que, de producirse esa eventualidad, la solución no pasa por tratar de revatir los argumentos que usan dichos individuos para tratar de convencernos. Simple y llanamente, la mejor opción en esos casos es salir corriendo a la voz de ya.

En definitiva: quienes desean aprender algo realmente no discuten y..., si albergan dudas sobre las verdaderas intenciones de sus "instructores" se  alejan prudentemente. Quienes dicen querer aprender y se pasan todo el rato cuestionandolo todo, a esos también se les podría incluir en el grupo de quienes esconden algún propósito velado. ¿Cuál podría ser? Sinceramente, mejor no saberlo.