Atadaduras en corto.
A veces, la exigencia de exclusividad no obedece al egoísmo, los celos o la desconfianza. Simplemente se trata de una cuestión de complementariedad bien entendida y a una simbiosis particular que no tiene porqué estar generalizada.
Cada cual tiene su distancia y no es de carne, sino de sensación, de placer...
ResponderEliminarA veces, o siempre creo yo, el ramal ha de ser largo pero saber que cada extremo forma el nudo que los víncula.
Mi sonrisa y muy feliz resto de semana.
Comparto tu opinión. Lo importante no es la forma que le demos a nuestros vínculos (ni tan siquiera tienen porqué percibirse como algo material), lo que cuenta es que los sintamos como algo enriquecedor y profundo.
EliminarGracias por tus palabras y disfruta de unos muy felices y luminosos días.
La exclusividad deseada por ambos lados y así es entendida puede disfrutarse mucho y cuando lo anhelas saber que estás bien atada no tiene precio.
ResponderEliminarConfiar en que desean poseerte, cuidarte y amarte no tiene precio.
Besines dulces
A Tus pies
La complicidad compartida es un estado que no es posible comparar a ningún otro sentimiento. Ese grado de confianza, conexión y compromiso es algo que muy pocas veces se llega a disfrutar de manera plena por lo que resulta más que pertinente valorarlo como es debido.
Eliminar1b y 1a mi dulce, y "bien aferrada", sierva.